AGUANTA UN POCO MAS
Hay situaciones que enfrentamos en
esta vida, y pensamos que no hay solución pero Dios siempre está ahí y nos dice
“AGUANTA UN POCO MÁS"
Se cuenta que en Inglaterra había
una pareja que gustaba de visitar las pequeñas tiendas del centro de Londres.
Al entrar en una de ellas se quedaron prendados de una hermosa tacita.
"¿Me permite ver esa taza?" preguntó la señora, "¡nunca he visto
nada tan fino!"
En las manos de la señora, la taza
comenzó a contar su historia: "USTED DEBE
SABER QUE YO NO SIEMPRE HE SIDO
LA TAZA QUE USTED ESTÁ SOSTENIENDO. HACE MUCHO TIEMPO YO ERA SOLO UN POCO DE
BARRO. Pero un artesano me tomó entre sus manos y me fue dando forma. Llegó el
momento en que me desesperé y le grité: "¡Por
favor..ya déjeme en paz...!" Pero mi amo sólo me sonrió y me dijo: ..."Aguanta
un poco más, todavía no es tiempo"
Después me puso en un horno.
¡Nunca había sentido tanto calor!.... toqué a la puerta del horno y a través de
la ventanilla pude leer los labios de mi amo que me decían: ..."AGUANTA
UN POCO MÁS, TODAVÍA NO ES TIEMPO."
Cuando al fin abrió la puerta, mi
artesano me puso en un estante. Pero, apenas me había refrescado, me
comenzó a raspar, a lijar. No se cómo no acabó conmigo. Me daba vueltas, me
miraba de arriba a abajo. Por último me aplicó meticulosamente varias
pinturas...Sentía que me ahogaba... "POR FAVOR DÉJAME EN PAZ", le
gritaba a mi artesano; pero él sólo me decía:..."AGUANTA UN POCO MÁS,
TODAVÍA NO ES TIEMPO."
Al fin, cuando pensé que había
terminado aquello, me metió en otro horno, mucho más caliente que el
primero. Ahora si pensé que terminaba con mi vida. Le rogué y le imploré
a mi artesano que me respetara, que me sacara, que si se había vuelto
loco. Grité, lloré; pero mi artesano sólo me decía: "AGUANTA UN
POCO MÁS, TODAVÍA NO ES TIEMPO."
Me pregunté entonces si había
esperanza... si lograría sobrevivir aquellos tratos y abandonos. Pero por
alguna razón aguanté todo aquello. Fue entonces que se abrió la puerta y mi
artesano me tomó cariñosamente y me llevó a un lugar muy diferente. Era
precioso. Allí todas las tazas eran maravillosas, verdaderas obras de
arte, resplandecían como solo ocurre en los sueños. No pasó mucho tiempo cuando
descubrí que estaba en una fina tienda y ante mi había un espejo. Una de esas
maravillas era yo. ¡No podía creerlo! ¡Esa no podía ser
yo!
Mi artesano entonces me dijo:
"Yo se que sufriste al ser moldeada por mis manos, mira tu hermosa
figura. Se que pasaste terribles calores, pero ahora observa tu sólida
consistencia, se que sufriste con las raspadas y pulidas, pero mira ahora la
finura de tu presencia... y la pintura te provocaba nausea, pero
contempla ahora tu hermosura.. y, ¿si te hubiera dejado como estabas?
¡"Ahora eres una obra
terminada! ¡lo que imaginé cuando te comencé a formar!".
Usted es una tacita en las manos del mejor alfarero: Dios. Confíate en
Sus amorosas manos aunque muchas veces no comprendas por qué permite tu
sufrimiento. AGUANTA UN POCO MÁS Y SERÁS EL HIJO/A QUE EL SOÑÓ
PARA TODA LA ETERNIDAD...
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